Miércoles 24 de noviembre

Pasé de ir a clase y me aprendí la expo que tenía a la 1 corriendo. Me fui a clase nerviosa y bastante tensa porque odiaba exponer, pero bueno ahí estaba. Al final nos pasamos una hora y media escuchando a dos grupos exponer y a nosotros no nos dio tiempo con lo cual la hacemos el lunes al final, si es que la profe es genial, me encanta. En fin, después fuimos a la práctica de condicionamiento a los ordenadores, salvo un incidente con unas llaves (el objetivo de esas llaves eran mi preciada cabeza), no pasó nada más. Vale, vale, lo cuento. Una amiga me estaba preguntando que si el profesor le había puesto falta porque había ido al baño cuando dijo los nombres. Y le dije que no sabía y de repente veo unas llaves volando e intenté pararlas para que no le diesen a otra compañera pero no fui capaz y ésta se quedó flipando (Y CON RAZÓN) si soy ella yo me levantaba de clase y en fin... El profesor es un poco raro, las cosas se dicen, se tira una tiza, pero no unas llaves... Bueno, la segunda práctica la tuvimos con una profe nueva que era guapísima (tenía unos ojaaaazos..) y nada con ella vimos un video sobre experimentos con ratas (bastante desagradable la verdad, no me gustan estas cosas) y luego para casita.
Llegué a casa y Yanira se quedó toda la tarde conmigo otra vez y Elena se fue a clase. Me puse a hablar con Luisa porque milagrosamente estaba en el chat y genial, me quedé super ilusionada. De hecho ahora estoy muchísimo más nerviosa que antes. Hablamos de nuestras historias y de los buses y de tonterías (porque estábamos tontas) y al final se fue a cama y me mandó un mensajito :)
A la par que hablaba con Luisa, hablaba con Irene. Terminé explotando y contándole mil historias... Muchos detalles que el novio tenía con ella y que ella ni se enteraba. En fin se puso fatal y me sentí culpable, pero ella me agradeció que se lo hubiese contado y al final van a hablar, a ver qué pasa.
Bueno yo me fui a cama para pensar porque era mi día de felicidad. Le mandé un mensaje a Zel para saber cómo estaba (todos los días le preguntaba que si tenía que despertarla o algo al día siguiente) y nada más. Me eché a dormir, bueno más bien a soñar un poquitín.