Aquí pretendo dejar mi huella, hablando un poco de lo que me pasa cada día en relación con la universidad de Santiago y lo que pasa por mi cabeza teniendo en cuenta que esto es una experiencia nueva y que son cuatro años de mi vida los que voy a pasar viviendo independientemente de mi familia, y de mis amigos de siempre, aprendiendo a hacer las cosas, viendo cómo se va construyendo mi vida, haciendo nuevas amistades y conociendo personas especiales.

martes, 14 de septiembre de 2010

Lunes 13 de septiembre

Hoy me he levantado de cama muy temprano, a las 7.30 porque mi compañera de piso tenía un examen y quería desearle suerte. Realmente era una chica muy simpática. A las 10.30 quedé con Cris en la plaza, fuimos a dar un paseo hasta la facultad de Psicología y allí vimos que efectivamente la presentación empezaba mañana. De vuelta me enseñó su facultad y salimos a la calle. Fuimos hasta su residencia y me enseñó su habitación, la verdad es que el portal del edificio era impresionante, parecía una sala de reuniones importantes con sofás que parecían ser muy cómodos, muy elegante todo, pero nada más abrir la puerta de su piso la cosa cambió. Estaba todo muy apretujado en la casa, pero su habitación era muy bonita porque ella la había decorado bien con su colcha, su cojín y alguna cosa más. Cogió su portátil y fuimos a mi piso, se lo enseñé y cogimos mi portátil, nos dirigimos a una cafetería para entrar en internet y nos pasamos allí toda la mañana con un nestie y unas patatas fritas. Mientras ella hablaba por videollamada con Lucía yo hablaba con Irene Castelos y le hacía tonterías con la servilleta. La pobre estaba pocha, pero yo no podía hacer nada, esperaba que se recuperase pronto. Después salimos de la cafetería y fuimos cada una a nuestra casa. Descubrí cuando vino Cris a mi piso que tenía internet aquí y a ella le empezó a funcionar después también. Me costó armarme de valor para bajar al restaurante a coger la comida. Bajé y viendo que el Gadis estaba cerrado no me quedó otra que ir al restaurante a por una comida que ya estaba pagada. No sabía ni entrar, además había personas mayores del Inserso y meterse entre ellas para llegar a la puerta era toda una aventura. Gracias a Dios encontré a una señora de las oficinas que me dijo cómo tenía que hacer y llegué con caldo y una milanesa a casa, no estaba mal. Mientras comía viendo la tele timbraron, era Elena, se había dejado las llaves. Se quedó un rato conmigo mientras hacía el tiempo para coger el bus a Ferrol. Vimos la tele, charlamos, nos reímos, todo bien. Después se fue y yo me tiré media tarde en el ordenador esperando a que Ana me llamase. Habíamos quedado hoy pero no habíamos puesto hora ni lugar. Dieron las 6.30 y Cris vino a mi piso. Cuando Ana llegó al centro me llamó y bajamos a verla. Estuvimos un rato y luego ella se fue con sus amigas y yo con Cris. Después compramos alcohol porque íbamos a bajar, pero al final yo me sentí cansada y me quedé en casa así que ella también y ahora estoy sola en el cuarto porque Elena se ha marchado y las otras no llegaron todavía.
Esta tarde he estado pensando que todo se trata de conocer gente nueva y creo que estoy conociendo a una persona nueva, es Cris. La gente cambia cuando te acercas mucho a ella porque te deja ver cómo es en realidad y Cris lo está haciendo. No voy a negarlo, eso me gusta, me parece muy buena persona. Dicho esto paro ya que se me cierran los ojos.

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